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  • Foto del escritorPaola M. Espinosa

Conservación del Corredor Awacachi


El Corredor Awacachi fue establecido en 1999 con el objetivo de conservar la biodiversidad del Chocó ecuatoriano por medio del establecimiento y protección de un corredor biológico entre la Reserves Ecológica Cotacachi Cayapas y la Reserva Étnica Awá. El Corredor Awacachi se encuentra ubicado en la provincia de Esmeraldas, cantón San Lorenzo y es parte de las parroquias de Carondelet, Tululbí, Santa Rita, Urbina, Cinco de Junio y Alto Tambo. Limita al norte con la Reserva Étnica Awá, al sur por la Reserva Ecológica Cotacachi Cayapas, al este limita con la comunidad Awá Río Bogotá y al oeste con varios propietarios privados, entre estos compañías madereras, de palma africana y tierras comunitarias.


El área de 10.200 hectáreas conserva los últimos remanentes del Chocó ecuatoriano, el cual está amenazado por la mayor tasa de deforestación del país (MAE 2012). El Corredor Awacachi es prioritario para la conectividad ecológica porque fusiona un total de 350.000 hectáreas de bosque que se extiende desde las tierras bajas hasta aproximadamente 3.400 m.s.n.m. Adicionalmente por los servicios ecosistémicos que provee contribuye directamente al Plan del Buen Vivir, ya que el área es esencial para la regulación de clima, protección de cuencas de agua y mitigación de emisión de gases invernaderos que contribuyen al cambio climático global.




El Corredor Awacachi se encuentra en la Cordillera Occidental, entre un rango altitudinal de 50 a 650 msnm. La topografía en el sur del área consiste de pendientes marcadas con pequeñas planicies, y en el norte se encuentran pendientes agudas. Es un bosque húmedo tropical, por su altitud también se encuentran zonas pre-montanas y pre-montanas pluviales. El área es importante para la provisión de agua del Municipio de San Lorenzo. Dentro del área se encuentra la cuenca hídrica del Río Cayapas y las cabeceras de los ríos Santiago, Durango y La Carolina. También protege las áreas de drenaje de los ríos Huimbí, Huimbicito, Cachaví, Bogotá y Tululbí.


Cascada La Carolina. Foto: Paola M. Espinosa


Importancia Biológica


La bioregión del Chocó es una de las zonas climáticas no estacionales más húmedas del mundo. La enorme precipitación anual permite la formación de uno de los biotas más ricos del planeta, con niveles excepcionales de endemismo en plantas (Gentry, 1986), mariposas (Dinerstein et al. 1995), reptiles y anfibios (Lynch, 1979) y aves (Terborgh y Winter 1983, Stattersfield et al. 1998). Debido a su gran diversidad la región del Chocó es parte del “hotspot” de biodiversidad Tumbes-Chocó-Magdalena, uno de los 35 a nivel global (Myers 1988, Myers et al. 2000). Investigaciones biológicas han determinado que el área es un nicho de biodiversidad.


Se estima que, incluyendo a las especies migratorias y de hábitat abierto, el número potencial de aves que frecuentan el área es mayor a 750 especies. Más de 600 de ellas ya han sido registradas (Jahn datos no publicados). El Corredor Awacachi es parte del Área de Endemismo de Aves (EBA) del Chocó con más de 60 especies de rango restringido, la mayor concentración de aves endémicas continentales del mundo (Stattersfield et al. 1998). En la región se han descubierto nuevas especies endémicas como el Vireo del Chocó (Vireo masteri), Tapaculo del Chocó (Scytalopus chocoensis), Mochuelo ecuatoriano (Glaucidium nubicola), Cucarachero de Munchique (Henicorhina negreti), y Calzadito del Pinche (Eriocnemis isabellae) (en Brewer 2010). En el último monitoreo biológico realizado en el 2008-2009 en el Corredor Awacachi se identificaron 259 especies, 47 de esta endémicas. De acuerdo a Birdlife International (2008) 8% de las especies en esta área están amenazadas y 29% están casi amenazadas. El área también tiene poblaciones de aves que se encuentran en la lista roja como el Gran Guacamayo Verde (Ara ambiguua guayaquilensis), la Pava de Orton (Penelope ortoni) y el Cuco Hormiguero Escamoso (Neomorphus radiolosus). Por los altos niveles de diversidad y endemismo el área es importante para la conservación de avifauna.


En la zona se han identificado 14 especies de mamíferos. El área es clave para la conservación de especies amenazadas por la caza ilegal como el Venado Colorado (Mazama americana) y el Mono Capuchino de Cara Blanca (Cebus capucinus capucinus). Otras especies emblemáticas que se encuentran en el área son Jaguar (Pantera onca), Ocelote (Leopardus pardales), Margay (Leopardus wiedii), Perro Selvático (Speothos venaticus). El Mono Araña de Cabeza Café (Ateles fusciceps fusciceps) no se ha observado en la zona en los últimos 8 años, pero existen poblaciones remanentes en la Reserva Ecológica Cotacachi Cayapas. Esta especie se encuentra en la lista roja y requiere amplias zonas de distribución para su subsistencia, por lo que la conservación del Corredor Awacachi es esencial para evitar su extinción. La conectividad ecológica que provee el Corredor Awacachi entre dos importantes áreas de conservación es elemental para recuperar especies de mamíferos amenazados en el Chocó ecuatoriano como los Osos Perezosos (Choloepus hoffmanni), Pecaríes (Tayassu pecari) y Tapires de Montaña (Tapirus pinchaque).


En el 2005 el Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales realizó un monitoreo herpetológico del Corredor Awacachi. Se reportó un 40% de endemismo y reportó como amenazadas a un 20% de las especies observadas. Se identificó cuatros especies al borde de la extinción, reportadas en la lista roja de anfibios: Pristimantis colomai, Pristimantis degener, Pristimantis esmeraldas y Centrolene litorale. También se han reportado poblaciones importantes de la rana diablo (Oophaga sylvaticus) que se encuentra en declive. El Corredor Awacachi sostiene importantes poblaciones de anfibios y reptiles que por su limitada distribución corren peligro de extinción sin la conservación de esta área.


Rana diablo. Foto: Paola M. Espinosa


Se ha reportado una significativa diversidad de flora en el Corredor Awacachi. Además de diversas especies de epífitas y helechos, se observan en el área especies endémicas de bosque maduro como Chanul (Humiriastrun procerum), Sande (Brosimun utile), Dussia lehmanii, Sterculia colombiana, Mascarey (Hyeronima chocoensis), Guadaripo (Nectandra guadaripo), Aray (Lecythis ampla), Guayacán (Tabebuia guayacan), Colorado (Guarea kunthiana), higuerones (Ficus cuatrecasana; F. guianensis), Canelo (Ocotea floccifera), Guayacancillo (Minquartia guianenese). En el Corredor Awacachi se encuentran especies raras del noroccidente ecuatoriano, de distribución restringida y de alta importancia económica, por lo que su conservación es importante para preservar estas especies y fungir como semillero para áreas aledañas en regeneración.


Metodología


En base a la información geográfica del Corredor Biológico Awacachi se decidió realizar la evaluación en tres zonas: aledañas a las rieles de tren, que es la parte sur; cerca de la comunidad de Durango, que son los lotes al noreste, al norte del carretero Ibarra-San Lorenzo; cerca de la comunidad de San Francisco, lotes al suroeste, al sur del carretero Ibarra-San Lorenzo. Estás áreas fueron seleccionadas por ser áreas vulnerables al impacto de actividades extractivas.




Resultados


Ventanas y Dorado

Se partió desde la comunidade de Alto Tambo por las rieles de tren hasta Ventanas, el día martes 7 de marzo. Se utilizó un vehículo adaptado para las rieles del tren y realizó algunas paradas en el trayecto.


En la primera parada y se observó un área al sur de las rieles de tren con sembrío de plátano de aproximadamente dos hectáreas y una casa. Se ingresó hacia el norte de las rieles hacia la cascada Carolina. Esta es una cascada de alredor de 40 m de alto con una poza profunda, por el color del agua no parece estar contaminada por actividades mineras río arriba. La vegetación es primaria alrededor de la cascada, sin árboles nativos grandes, pero es lo esperado en esta zona de mucha pendiente.


La segunda parada se realizó donde se encontró un tanque grande de combustible. Desde aquí se distribuye diesel por medio de mangueras para el campamento minero. Se tomaron coordenadas en el km 12 de las rieles del tren. Desde aquí se observó a unos dos kilómetros más adentro actividad minera en el Río Cachaví. Se observa un área deforestada con montículos de material removido. No se observa el campamento, pero se entiende que la maquinaria y el personal continúan extrayendo oro en el área.


La siguiente parada fue en Ventanas, aquí se observó unas ocho casas. También estaba a lado de las rieles una separadora grande para las actividades mineras. En una de las casa vive un adulto mayor que se dedica a hacer y vender bateas de madera para los mineros. Las bateas son hechas de madera fina local, y son moldeadas a mano. También aquí nos encontramos con Régulos Benavides, quien esta en una de las casas, y lleva dos escopetas para cacería. Regulo regresa en el vehículo con nosotros.


El vehículo lleva tres personas que van hacia los asentamientos en las rieles del tren. También lleva seis tanques grandes de diésel para la minería. En el camino nos cruzamos con algunas personas que solicitaron que se recoga un encargo para regresar a Alto Tambo.

En Alto Tambo la gente habla de cuantos gramos extrae a la semana, con poco trabajo y de manera artesanal dicen que son entre 5 y 6 gramos semanales que venden en Ibarra. El gramo de oro esta avaluado en $34, pero en diciembre bajo hasta $24. En general se observan casas y áreas de agricultura al sur de las rieles del tren, al norte se observa bosque regenerado, pero no arboles grandes maderables, estos parecen ya haber sido extraidos. En el rio Carolina se observa el agua clara, parece que no esta siendo minado.

Durango


El dia miércoles 8 de marzo en la mañana se ingreso por el predio 13 , aquí hay un carretero secundario lindando este lote (punto 4). Es un carretero empedrado que parece sin mucho uso, pero seguramente ingresa a áreas de minería. Aquí se ingreso caminando por un sendero por medio de un área en regeneración reciente, con muchas heliconias y con una pendiente aguda. En la entrada se observaba estructura ubicada para remover madera con cables (punto 5). Caminamos cerca de una hora cuando llegamos a un pastizal (punto 6). Aquí se observaban arboles frutales de bacao y moras de mas de cinco años. El área de pastizal tenia una dos hectáreas y una casa. Los dueños salieron al escucharnos y dijeron que no hay mas fincas por ahí. Esta área se junto al predio 13 de Sirua, y se ha extendido hacia el predio de Sirua, se identifica el uso actual del suelo en el mapa adjunto (Anexo 1). Desde ahí observamos también un área en la pendiente donde han sembrado maíz (punto 7), caminamos hasta alla y observamos que estaba utilizado para sembrío aproximadamente 1.5 ha adicionales. Desde ahí observamos que mas hacia el oeste también hay una casa con un área deforestada amplia y plantaciones, pero no se puede definir si esto esta dentro de los lotes de Sirua. Hacia el interior se observa un área minada, en el rio Tululbi, y un campamento de minería. Aquí todo el bosque parece ser regeneración reciente, sin árboles nativos maderables grandes.

San Francisco

El 8 de marzo en la tarde ingresamos por San Francisco, por donde originalmente se encontraba la casa para los guardaparques y el mariposario, por el predio 1. A la entrada (punto 9) se observa un monton de tierra removida. El sendero desde el inicio se observa que ha sido utilizado para mover madera aserrada, están marcadas las huellas de mula y el arrastre de la madera. Al ingresar a pocos metros se encuentra el primer sitio de aserradero, reciente. Se observa que cortan hasta arboles de 100 cm de diámetro, pero también arboles de poco diámetro. A lo largo del sendero hasta el rio se observa por lo menos cuatro sitios donde han aserrado recientemente (punto 10). No se observan ningún árbol de diámetro ancho en toda el área. Se escucha constantemente hacia el este una motosierra. Llegamos al Río Durango (punto 11), donde se observa el agua turbia, pero podría ser la sedimentación por la lluvia. Después del río se pierde el sendero, pero se observa a lado del río un lugar de aserradero viejo, con las maderas ya podridas. En general el área entre el carretero y el Río Durango ha sido utilizado para extracción de madera, por lo que se observan varios senderos anchos que se dirigen hacia zonas donde han aserrado.


Conclusión


Se observó que las principales amenazas al área son la extracción de madera, la minería y el cambio de uso de suelo para agricultura. Las áreas afectadas son de fácil acceso desde las rieles del tren o desde el carretero, más no pudimos realizar una inspección hacia el centro del área, por las condiciones de terreno y climáticas. En general no se observan árboles maderables grandes, más la la vegetación existente es nativa con una extracción selectiva. Se confirmó que los mapas de cobertura vegetal generados si reportan la realidad en campo con respecto al uso actual de suelo. Se requiere un mayor patrullaje para controlar estas actividades ilícitas. También información sobre el estado de la minería en el área, principalmente si existen áreas ya abandonadas que requieren remediación.



Referencias

BirdLife International. 2008. Threatened birds of the world 2008. CD-ROM. BirdLife

International, Cambridge, UK.

Brewer, D. (2010).In: del Hoyo, J., Elliott, A., Sargatal, J., Christie, D.A. & de Juana, E. 2014. Handbook of the Birds of the World Alive. Lynx Edicions, Barcelona. (retrieved from http://www.hbw.com/node/61260 on 9 April 2015).

Dinerstein, E., Olson, D.M., Graham, D.J., Webster, A.L., Primm, S.A. 1995. Conservation Assessment of the Terrestrial Ecoregions of Latin America and the Caribbean. Marnie P. Bookbinder, George Ledec and World Wildlife Fund.

Gentry, Alwyn H. 1986. Species richness and floristic composition of Chocó region plant communities. Caldasia 15.71-75: 71-91.

Lynch, John D. 1979. The amphibians of the lowland tropical forests. The South American herpetofauna: its origin, evolution, and dispersal: 189-215.

Myers N. 1988. Threatened biotas: “Hot spots” in tropical forests. The Environmentalist 8: 1–20.

Myers N, Mittermeier RA, Mittermeier CG, da Fonseca GAB, Kent J. 2000. Biodiversity hotspots for conservation priorities. Nature 403: 853–858.

Stattersfield, A., Crosby, M. J., Long, A. J. and Wege, D. C. 1998. Endemic Bird Areas of the world: priorities for biodiversity conservation. Cambridge, UK: BirdLife International.

Terborgh, J. and Winter B. 1983. A method for siting parks and reserves with special reference to Columbia [sic] and Ecuador. Biological Conservation. Volume 27, Issue 1, 1983, Pages 45-58

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